22 junio 2015

Objetivo: Derribar a Syriza.


Tal como era de esperar, la semana pasada, Syriza ha jugado la carta del gas firmando un acuerdo con Rusia para la construcción del gasoducto South Stream a través de Grecia. Un desafío en toda regla a los designios de EE.UU. 
No sabemos lo que se está cociendo en estos momentos, pero todo apunta a que la decisión que han tomado tanto la camarilla dirigente de la UE como el gobierno de EE.UU. es que hay que derribar el actual gobierno de Grecia. Para ello contemplan dos vías: Una imponer unas condiciones inaceptables que Syriza rechace, y ante el impago de los créditos proceder a confiscar los depósitos de los bancos griegos, dejando al estado sin fondos para operar; ante los desordenes que se producirían aparecerá una figura de "consenso", ya elegida, que dirigirá un gobierno de "salvación humanitaria" bajo a la supervisión de la Troika.
La otra vía, es que Syriza acepte cruzar sus lineas rojas y se produzca una escisión en el gobierno y el partido, con las consiguientes turbulencias, que darían lugar al mismo final que en el caso anterior.   
La élite que hoy dirige la UE, al servicio de ellos mismos, pero sobre todo de Alemania, creen que pueden controlar la situación en Grecia incluso si se convierte por completo en un estado fallido. Cuentan con los servicios de inteligencia propios pero sobre todo con los del amigo americano, para provocar otra revolución de colores. Nadie va a rechistar; unos engreídos en su propio éxito parapetados tras su virtud y otros encantados de que les den su merecido a los "rojos".  
¿A quién le importa hoy la democracia en la UE? Ya se ha cruzado la linea roja de derribar gobiernos en Italia y en Grecia. Ya ha enviado el Banco Central Europeo misivas secretas con instrucciones a gobiernos soberanos. Ya permite, sin reproches, que se apruebe la Ley Mordaza en España. Ya se negocian en secreto tratados que trasladan la soberanía del pueblo a las multinacionales. Así que, un paso más: imponer una junta económica en un país desesperado, no significa demasiado
En cualquier caso, estos son los deseos de la mafia que controla la UE y EE.UU. pero hay otros actores como Rusia, que no será más misericordiosa con el pueblo de Grecia que con el suyo propio, que va a intentar sacar tajada. Entraremos de un modo u otro en territorio inexplorado o quizás ,desgraciadamente, no. Alguien le llamaba a estos días el momento 1914 y cualquier cosa es posible.
Tsipras que parece que no quiere pasar a la historia como el responsable directo de los terribles sufrimientos que llevaría aparejados una salida del Euro, todavía cree que puede apaciguar a los acreedores. Se equivoca, no son acreedores. Son los embajadores de un ejercito presentando un ultimátum. 

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