17 julio 2005

Franz Xaver Messerschmidt


Las cabezas de Messerchmidt, siempre han tenido una especial atracción para mi, desde la primera vez que las ví en el Belvedere de Viena hace 20 años. La postales de su Risa Contenida, me han acompañado en estos 20 años allí donde he ido. Son como un recuerdo de la fina frontera que separa la lucidez de la extrema lucidez, del deslumbramiento que a veces se llama locura. Cuando le preguntaron a Nash, por la razon por la cual creia en sus visiones esquizofrénicas, la respuesta fue aterradoramente simple: Aquellas imagenes venian del mismo modo que las teorias que le dieron el Nobel.
El viaje de ida y vuelta a la lucidez-locura-lucidez de Messerschmidt es un recuerdo permanente de la fragilidad, y quizas limitaciones, de nuestro estado de cordura.
http://www.limmat.ch/schmid/fxm/index.html