21 diciembre 2007

Europa. Hay razones para la esperanza.

Hace unos días en una cafetería de Madrid, pude escuchar una conversación en castellano entre una acaramelada pareja de veinteañeros. El castellano era correcto pero con fuerte acento, ninguno de los dos era español y sin embargo utilizaban el castellano como lengua de comunicación. Un síntoma de la importancia que quizás está tomando el castellano.

La globlalización ha sido hasta ahora fundamentalmente cosa de los ricos, de los que han viajado desde siempre, de los que iban al colegio suizo, después a la universidad inglesa o americana, tejiendo así desde muy jóvenes la red de contactos que después convertirían en las relaciones de negocios de los que forman parte del club selecto de los iniciados.

Los dos jóvenes de Madrid, no parecían pertenecer a este club, así que a lo mejor la globalización en el futuro será cosa de todos los ciudadanos. Cuando esto ocurra los del club perderán una gran parte de su ventaja y se encontrarán con la horma de su zapato.

Es posible que los acólitos de mercaderes que dirigen la Unión Europea, no contaran con que al abrir las puertas a los negocios también lo hacían a los ciudadanos, y que al comunicarse descubrirían que Europa podía ser algo más que 300 millones de consumidores.

Nunca se sabe lo que puede pasar cuando se abre la puerta de una jaula, así que a lo mejor hay razones para la esperanza.

17 diciembre 2007

La generosidad de EE.UU. con Palestina

La generosidad de EE.UU. con los palestinos no conoce límites. No solo han disfrutado de lo mejor de su arsenal militar, por intermedio de un estado criminal: Israel. También han sido obsequiados con el bloqueo económico y la desestabilización de un gobierno elegido democráticamente, para enseñarles, con un ejemplo práctico, que no solo hay que votar con libertad, sino también conocer que los límites de esa libertad terminan donde empiezan los intereses de tus verdugos.

Por último para que disfruten del paquete regalo democracia liberal al completo, ha corrompido a Abu Mazen, un luchador por la libertad de Palestina, y ahora un monigote de compañía, totalmente alienado de su pueblo. Es estremecedor ver su sonrisa entre dos enemigos declarados de Palestina: Rice y Sarkozy, y todo por la fabulosa suma de 500 millones de dólares. ¿Mucho dinero? Según se mire. Los asesinos de su pueblo han recibido en forma de ayuda directa, del mismo generoso donante, 2257 millones de dólares en 2006 y casi la misma cantidad en 2003, 2004 y 2005. Bombas, aviones y tanques incluidos. (ver http://qesdb.usaid.gov/gbk/query_historical.html)

Dice Abu Mazen que necesita 5600 millones de dólares en los próximos tres años. No parece mucho dinero, si lo piensa utilizar para reconstruir Palestina, o lo que Israel y EE.UU, en este orden, quieran dejar de ella. Pero si, como suele suceder, el dinero se lo dan en especie más corrupción, será demasiado.

En pocos años Abu Mazen, será acusado de corrupción por sus benefactores de hoy, ya no será un interlocutor válido para Israel y lo abandonarán entre los escombros de algún palacio de bloques de cemento construido con tan generosa ayuda, en la que por otra parte España participará con 300 millones de euros.

Indignante.

Atención a Israel. Lo que puede llegar a provocar convertirá el Holocausto en algo insignificante.