11 marzo 2007

La Manifestación

La manifestación del 10 de Marzo, no tiene nada que ver con De Juana, tampoco tiene nada que ver con ETA, ni con la lucha antiterrorista, ni siquiera con desacuerdos profundos con la política del gobierno. Todo esto y muchas otras cosas que hemos visto y oído son únicamente la máscara táctica de una estrategia de conquista del poder por otras vías, distintas de las urnas, en un país desarrollado.

Los impulsores de esta estrategia de desalojo del poder, son varios, pero sobre todo y fundamentalmente el gobierno de EE.UU., desde el mismo día que el P.S.O.E. ganó las elecciones y decidió tener una política internacional no alineada con EE.UU. Abandonar Irak sin permiso, fue clave. Señalar como signos clarísimos de esta inspiración EE.UU., además de la exagerada relevancia prestada a un individuo como Aznar, el hecho insólito, con un país de la importancia y tamaño de España, de que ningún representante de alto nivel del gobierno de EE.UU. ha visitado España desde la elección de Zapatero. El aplazamiento, en el último momento por problemas de agenda, de la visita de Rice, acordada en Diciembre, solo se puede entender como parte de un esfuerzo concertado para no legitimar el resultado de las últimas elecciones.

Las inyecciones económicas, a través de convenios de fundaciones neoconservadoras “made in USA” con ciertas instituciones y medios de comunicación en España, completan el panorama.

Sin el apoyo e inspiración del gobierno de EE.UU. , ni la dirección del PP, ni sus inspiradores y finaciadores, se hubieran atrevido a una estrategia de confrontación, que puede tener consecuencias muy peligrosas, en un país de la importancia estratégica de España. La participación, indudable, de los servicios secretos de EE.UU. en el mundo ETA, la conocerán nuestros nietos.

Este tipo de tratamiento solo se dispensa a las republicas bananeras o a los ejes del mal.

En una republica bananera se hubiera corregido la situación con un golpe militar clásico precedido de disturbios organizados por profesionales con dinero de la CIA. A los ejes del mal, que no tienen bomba, se les invade, o se les aísla y bombardea para provocar una revuelta popular que promueva al poder un gobierno manejado-manejable por EE.UU.

Sin embargo España, la sociedad española no es ni lo uno ni lo otro. No se pueden aplicar tratamientos de choque a la 9ª economía del mundo sin daños importantes en los negocios. Por otra parte una sociedad compleja, con un nivel de endeudamiento elevado, más del 60 % de las familias hipotecadas, tiende a la estabilidad, a no cambiar de gobernantes salvo circunstancias extremas. Es lo que pasó el 11M.

Con estos mimbres, la solución es una estrategia de agitación continua, con el control del poder judicial, mediante su infiltración a través de mecanismos corporativistas, para disponer de una pantalla que permita justificar o alimentar legalmente el proceso al ritmo deseado. La Justicia hoy en España, no es el Tercer Poder, es la Quinta Columna, de los enemigos de la Libertad en el territorio de la Democracia formal.

Todo lo necesario, para producir in crescendo un estado de crispación, que permita el retorno de los pacificadores: Atención a Aznar.

Un proceso de demolición de la democracia formal, utilizando los medios de comunicación y los mecanismos de la propia democracia. Una nueva experiencia que solo tiene un precedente en la Italia de la guerra fría, donde se utilizaron todos los mecanismos posibles para impedir al Partido Comunista, mayoritario, participar en el gobierno.

A lo que estamos asistiendo, no nos engañemos, es a un golpe de estado de nuevo cuño. Un mensaje claro acerca de los límites de elección demócratica, que está dispuesto a aceptar el gobierno de EE.UU., para los ciudadanos de los estados vasallos de Occidente.

La pregunta es si la sociedad española, está dispuesta a aceptarlo. La respuesta en las elecciones.

Quizás se nos podría haber ahorrado este proceso de alto riesgo, de consecuencias impredecibles en un país como el nuestro, convocando elecciones en Diciembre.