29 agosto 2008

Contracorriente

La Unión Europea, o la menos una parte de ella, tiene un consistente
record de reconocer independencias, sin parar en sus consecuencias,
siempre que ello favorezca a sus intereses o a los de EE.UU. El
apresurado reconocimiento de Croacia, por su aliado tradicional
Alemania, aunque convenientemente olvidado, fue uno de los detonantes
de un baño de sangre en los Balcanes que todavía continúa. El
reconocimiento de la independencia de Kosovo tiene como objetivo
fundamental facilitar la construcción primero y proteger después el
oleoducto AMBO, para canalizar el petróleo del Mar Caspio, vía
Azerbaiyán y Georgia, pasando por el puerto búlgaro de Burgas en el
Mar Negro hasta el de Valore en la costa adriática de Albania.
Conviene recordar que con el amparo de la KFOR, EE.UU. ha construido
en Kosovo Camp Bondstel, que con 6000 soldados es una de las bases USA
más importantes en Europa. Para justificar la independencia de Kosovo,
corazón espiritual de Serbia, los europeos le facilitamos la doctrina
de la convivencia imposible del Sr. Athisari.
Ahora después de que Shakasvili bombardea y destruye la capital de
Osetia del Sur, es difícil imaginar la posibilidad de convivencia de
georgianos y osetios. Un caso claro de aplicación de la doctrina
Athisari. Pero lo que es aplicable para unos no lo es para otros.
El problema es que Georgia era la pieza que faltaba para el AMBO.
No podemos esperar que el desprecio de la UE y EE.UU. por las reglas
de juego continúe impune como en la época de la diplomacia de las
cañoneras.
El interés de la UE no está en apoyar una de las potencias más
arrogantes y belicosas del siglo XX y XXI sino en buscar un equilibrio
pacífico en Europa, lo que incluye las relaciones con Rusia. Esto
supone en la situación actual no sumarse a la campaña de intoxicación
y desinformación a la que estamos asistiendo.

25 agosto 2008

China. Admiración o temor

Han acabado los Juegos Olímpicos de Pekín. Precisión milimétrica, tecnología, perfección hasta el último detalle. El triunfo del modelo social de las hormigas. Como las hormigas la irrelevancia del individuo parece que también permite a los humanos logros asombrosos. La pregunta es si deseamos vivir y morir como parte de una masa anónima de hormigas sin más razones para hacerlo, que el éxito del hormiguero.
La ceremonia de clausura, me ha parecido inquietante. Tanto la música como los colores de una estética impersonal y dura. Se parecía mas a un cruce entre Metrópolis y TRON que al final de una supuesta fiesta de la juventud. Mientras los atletas caminaban desenfadados, sus acompañantes, voluntarios, chinos marcaban el paso y movían los brazos con gesto marcial. Por un momento me pareció ver que un voluntario le indicaba con un gesto a un atleta cariacontecido la obligación de sonreír. Los miles de dientes blancos asomados al balcón de una sonrisa también forman parte del guión. Como los cientos de tamborileros y los acróbatas.
Metrópolis con su casta de trabajadores viviendo en el subsuelo y una elite de propietarios y pensadores viviendo en la superficie en un mundo de rascacielos y luminosos paisajes urbanos es un paradigma muy aproximado de nuestro mundo y no cabe duda, después de la Olimpiada, que la civilización china se ha acomodado con gran éxito a este modelo de sociedad. Pero no creo que haya que sentirse deslumbrados y admirados por sus logros sino más bien preocupados por buscar, como en Metrópolis, un Freder que supere este modelo que es, aunque el brillo de los fuegos de artificio nos pueda hacer olvidarlo, totalmente opuesto a lo que se conoce por civilización occidental. Tan opuesto y ajeno que corremos el riesgo de considerarnos especies diferentes. La Historia nos enseña los peligros que nos acechan cuando esto ocurre.

19 agosto 2008

Otra visión de la Guerra de Georgia

Desde 1992, con el acuerdo de la comunidad internacional,el denominado acuerdo de Sochi,Osetia del Sur está bajo la supervisión de tropas de pacificación rusas y georgianas.
En 2003 como consecuencia de un golpe de estado, la Revolución Rosa, inspirado por USA, a través de organizaciones como la “Nacional Endowment for Democracy”, llega al poder Mikheil Saakashvili derrocando a su patrono el ex ministro de exteriores de la Unión Soviética Shevardnadze.
Saakashvili es un abogado educado en EE.UU. con una beca del Departamento de Estado en las universidades de Columbia y George Washington.
En 2004 Saakashvili gana las elecciones con el 96 % de los votos y el aplauso de Occidente. Inmediatament EE.UU., con la protesta de Rusia, presiona para la pronta incorporación de Georgia a la OTAN.
En 2006 en un referéndum en Osetia del Sur con la presencia de observadores internacionales de Alemania, Austria, Polonia y Suecia entre otros, el 99% de los votantes se declaró partidario de la independencia de Georgia. Este referéndum fue descalificado por la OSCE y la NATO por “ilegal”, pero sin poner en duda la representatividad del resultado.
Saakashvili, cuenta con el apoyo total de EE.UU. que le envía armamento moderno, para lo cual Georgia triplica su presupuesto militar en dos años, y un destacamento de 1000 marines para entrenar el ejército de Georgia. Israel colabora con un número similar de asesores militares y armas de última generación como aeroplanos no tripulados, uno de los cuales fue derribado por Rusia el pasado mes de mayo en la frontera noroeste de Rusia con Georgia.
Los asesores americanos e israelíes estaban acantonados en la frontera de Osetia del Sur con Georgia.
El 7 de agosto el gobierno de Saakashvili ordena bombardear Tskhinvali, la capital de Osetia del Sur, una ciudad de 30.000 habitantes sin objetivo militar alguno. En el bombardeo mueren 27 soldados rusos y hay más de 150 heridos. El ministro de defensa georgiano se jacta de este éxito ante sus instructores israelíes, como recoge el diario israelí Haaretz.
El 9 de agosto Georgia declara el estado de guerra con Rusia,

El pasado día 14 de agosto el semanario neocon The Weekly Standard achaca la derrota al hecho de que los georgianos no cuentan con armas adecuadas y aboga abiertamente por su envío inmediato para detener a los rusos, así que no hay que sorprenderse de que las tropas rusas tomen precauciones.

Creo que es innecesario, por obvio, realizar un paralelo de las intervenciones de Occidente en casos recientes como el de Kosovo. O cual hubiera sido la reacción de EE.UU. ante la muerte de 27 marines debido a un bombardeo serbio sobre Pristina.
Es difícil imaginar como Saakashvili puede organizar todo esto sin el consentimiento explícito de sus mentores americanos e israelíes. Las razones de este consentimiento son discutibles, y quizás en los próximos meses tengamos alguna pista.
El hecho de que desde mayo de 2005 un oleoducto a través de Georgia construido por un consorcio liderado por British Petroleum haya comenzado a transportar petróleo del Mar Caspio hasta el puerto de turco de Ceyhan desde donde se exporta a Israel, puede que ayude a entender algo.

Lo que si es cierto es que de haber prosperado la propuesta USA de incorporar Georgia a la OTAN, España ahora, como país miembro estaría en estado de guerra con Rusia ya que conforme al artículo cinco del Tratado del Atlántico el ataque contra cualquier miembro de la OTAN se considera un ataque contra todos los miembros de la alianza. Una situación a la que parece que quieren conducirnos el grupo de enloquecidos: Bush, Sarkozy, y ahora también Merkel, que disponen de nuestro destino.

Saakashvili puede que haya tomado clases de arrogancia y trapacería en USA, pero lo que no le han enseñado es historia. Si hubiera sido así sabría que en 1956 con Eisenhower, Radio Europa Libre, o sea la CIA, sacó a los húngaros a la calle con la esperanza de una intervención de EE.UU. si se rebelaban. En 1961, con Kennedy, la misma CIA lanzó a los cubanos de Miami a Bahía Cochinos, con la promesa de que si las cosas se ponían mal tendrían apoyo aéreo USA. En 1973, con Nixon, Kissinger firma un acuerdo de paz con Vietnam del Norte en el que abandona a su suerte a Vietnam del Sur. En 1990, con Bush padre, durante la guerra de Kuwait, USA incitó a los chiies a un levantamiento contra Sadam, para dejar después que los gaseara tranquilamente. O sea que el referente moral y democrático de Occidente, tiene una larga tradición de jugar a los soldados con los muertos ajenos.

Nada justifica las posibles violaciones de derechos humanos y brutalidades de las tropas rusas. Pero conviene recordar que es la primera vez desde Afganistán que Rusia invade otro país. En este periodo dejo al lector la cuenta de los países bombardeados o invadidos por EE.UU. y sus socios, así como los centenares de miles de muertos y desplazados que tienen en su haber. Del cinismo y brutalidad de algunos cascos azules occidentales en Bosnia y Serbia mejor no hablar.

Los responsables del desastre humanitario del que hoy nos informa la ONU, no hay que buscarlos en Moscú, al menos no únicamente. En primer lugar el Sr. Saakashvili, que sin que medie provocación alguna y de forma premeditada, según todas las informaciones, inicia el bombardeo de población civil, y después sus mentores EE.UU. e Israel, hoy tan silencioso, tienen mucho que explicar.

El demonizar de nuevo a Rusia contribuye sin duda a los intereses de USA y de ninguna manera al interés de los europeos. No debemos de olvidar que durante la Guerra Fría EE.UU desarrolló y desplegó en Europa Central armas nucleares de potencia limitada, es decir que solo mataban en Europa. Hoy no tendría inconveniente en provocar una masacre en Europa si ello es favorable a sus intereses.

Hoy los muñidores de guerras están felices, no contribuyamos a su alegría disfrutando de la propaganda.