19 agosto 2008

Otra visión de la Guerra de Georgia

Desde 1992, con el acuerdo de la comunidad internacional,el denominado acuerdo de Sochi,Osetia del Sur está bajo la supervisión de tropas de pacificación rusas y georgianas.
En 2003 como consecuencia de un golpe de estado, la Revolución Rosa, inspirado por USA, a través de organizaciones como la “Nacional Endowment for Democracy”, llega al poder Mikheil Saakashvili derrocando a su patrono el ex ministro de exteriores de la Unión Soviética Shevardnadze.
Saakashvili es un abogado educado en EE.UU. con una beca del Departamento de Estado en las universidades de Columbia y George Washington.
En 2004 Saakashvili gana las elecciones con el 96 % de los votos y el aplauso de Occidente. Inmediatament EE.UU., con la protesta de Rusia, presiona para la pronta incorporación de Georgia a la OTAN.
En 2006 en un referéndum en Osetia del Sur con la presencia de observadores internacionales de Alemania, Austria, Polonia y Suecia entre otros, el 99% de los votantes se declaró partidario de la independencia de Georgia. Este referéndum fue descalificado por la OSCE y la NATO por “ilegal”, pero sin poner en duda la representatividad del resultado.
Saakashvili, cuenta con el apoyo total de EE.UU. que le envía armamento moderno, para lo cual Georgia triplica su presupuesto militar en dos años, y un destacamento de 1000 marines para entrenar el ejército de Georgia. Israel colabora con un número similar de asesores militares y armas de última generación como aeroplanos no tripulados, uno de los cuales fue derribado por Rusia el pasado mes de mayo en la frontera noroeste de Rusia con Georgia.
Los asesores americanos e israelíes estaban acantonados en la frontera de Osetia del Sur con Georgia.
El 7 de agosto el gobierno de Saakashvili ordena bombardear Tskhinvali, la capital de Osetia del Sur, una ciudad de 30.000 habitantes sin objetivo militar alguno. En el bombardeo mueren 27 soldados rusos y hay más de 150 heridos. El ministro de defensa georgiano se jacta de este éxito ante sus instructores israelíes, como recoge el diario israelí Haaretz.
El 9 de agosto Georgia declara el estado de guerra con Rusia,

El pasado día 14 de agosto el semanario neocon The Weekly Standard achaca la derrota al hecho de que los georgianos no cuentan con armas adecuadas y aboga abiertamente por su envío inmediato para detener a los rusos, así que no hay que sorprenderse de que las tropas rusas tomen precauciones.

Creo que es innecesario, por obvio, realizar un paralelo de las intervenciones de Occidente en casos recientes como el de Kosovo. O cual hubiera sido la reacción de EE.UU. ante la muerte de 27 marines debido a un bombardeo serbio sobre Pristina.
Es difícil imaginar como Saakashvili puede organizar todo esto sin el consentimiento explícito de sus mentores americanos e israelíes. Las razones de este consentimiento son discutibles, y quizás en los próximos meses tengamos alguna pista.
El hecho de que desde mayo de 2005 un oleoducto a través de Georgia construido por un consorcio liderado por British Petroleum haya comenzado a transportar petróleo del Mar Caspio hasta el puerto de turco de Ceyhan desde donde se exporta a Israel, puede que ayude a entender algo.

Lo que si es cierto es que de haber prosperado la propuesta USA de incorporar Georgia a la OTAN, España ahora, como país miembro estaría en estado de guerra con Rusia ya que conforme al artículo cinco del Tratado del Atlántico el ataque contra cualquier miembro de la OTAN se considera un ataque contra todos los miembros de la alianza. Una situación a la que parece que quieren conducirnos el grupo de enloquecidos: Bush, Sarkozy, y ahora también Merkel, que disponen de nuestro destino.

Saakashvili puede que haya tomado clases de arrogancia y trapacería en USA, pero lo que no le han enseñado es historia. Si hubiera sido así sabría que en 1956 con Eisenhower, Radio Europa Libre, o sea la CIA, sacó a los húngaros a la calle con la esperanza de una intervención de EE.UU. si se rebelaban. En 1961, con Kennedy, la misma CIA lanzó a los cubanos de Miami a Bahía Cochinos, con la promesa de que si las cosas se ponían mal tendrían apoyo aéreo USA. En 1973, con Nixon, Kissinger firma un acuerdo de paz con Vietnam del Norte en el que abandona a su suerte a Vietnam del Sur. En 1990, con Bush padre, durante la guerra de Kuwait, USA incitó a los chiies a un levantamiento contra Sadam, para dejar después que los gaseara tranquilamente. O sea que el referente moral y democrático de Occidente, tiene una larga tradición de jugar a los soldados con los muertos ajenos.

Nada justifica las posibles violaciones de derechos humanos y brutalidades de las tropas rusas. Pero conviene recordar que es la primera vez desde Afganistán que Rusia invade otro país. En este periodo dejo al lector la cuenta de los países bombardeados o invadidos por EE.UU. y sus socios, así como los centenares de miles de muertos y desplazados que tienen en su haber. Del cinismo y brutalidad de algunos cascos azules occidentales en Bosnia y Serbia mejor no hablar.

Los responsables del desastre humanitario del que hoy nos informa la ONU, no hay que buscarlos en Moscú, al menos no únicamente. En primer lugar el Sr. Saakashvili, que sin que medie provocación alguna y de forma premeditada, según todas las informaciones, inicia el bombardeo de población civil, y después sus mentores EE.UU. e Israel, hoy tan silencioso, tienen mucho que explicar.

El demonizar de nuevo a Rusia contribuye sin duda a los intereses de USA y de ninguna manera al interés de los europeos. No debemos de olvidar que durante la Guerra Fría EE.UU desarrolló y desplegó en Europa Central armas nucleares de potencia limitada, es decir que solo mataban en Europa. Hoy no tendría inconveniente en provocar una masacre en Europa si ello es favorable a sus intereses.

Hoy los muñidores de guerras están felices, no contribuyamos a su alegría disfrutando de la propaganda.