22 octubre 2014

Podemos: posible y necesario

Hace unos días en el blog progresista “economistas frente a la crisis”, se armaba un pequeño revuelo. Un miembro del selecto grupo de colaboradores, había tenido la osadía de analizar el programa de Podemos. No importó que el análisis concluyera que el programa estaba mal articulado, era infactible, etc., etc. El solo hecho de analizarlo despertó airadas críticas entre los contertulios, ya que daba carta de naturaleza a Podemos. El Sr. Jorge Fabra, ex-presidente de REE, y ex – consejero de la CNMC, moderador jefe tuvo que intervenir varias veces para calmar los ánimos anti-populistas.
¿Qué es lo que alarma tanto de Podemos a esta gente? Estoy seguro que no es su programa. La mayoría de los economistas-frente-a-la crisis son socialdemócratas (de cuando esta etiqueta pudo tener algún sentido) así que asuntos como la Renta Básica, que no es dinero para todos como quieren hacernos creer, o la reestructuración de la deuda, han sido y son defendidos, la primera,  por figuras como Jeremy Riffkin en “El fin del Trabajo”  e incluso  Hayek. En cuanto a la segunda: el reestructurar la deuda ha tenido defensores tan ilustres como Konrad Adenauer, y más recientemente, Kennet Roggoff , por citar solo el lado conservador.  
Lo de la casta, el hasta ahora banderín de enganche para escandalizarse ante estos jovenzuelos, ha pasado al vocabulario común de todos los partidos. Asuntos como el de las tarjetas negras de Caja Madrid, hacen ya que no sea preciso definirla. ¿Cómo designar sino a tantos ilustres de diferente pelaje?
Podemos ha tenido el acierto y la capacidad de hacer llegar a la sociedad que el rey está desnudo. Eso la hace peligrosa.
El rey desnudo es una especie de cosmología creada por el capitalismo, que define lo que se entiende por “sentido común”, o sea aquello fuera de lo cual no hay explicaciones razonables ni soluciones. Como todas las cosmologías, el capitalismo explica sus efectos desastrosos como fenómenos naturales: terremotos o inundaciones, que no se pueden evitar y que hay sufrir con entereza.  Los socialdemócratas solo tienen sentido dentro de este marco de referencia, buscando nichos donde protegerse de las tormentas, de ahí su inquietud con Podemos, que niega que las tormentas tengan que producirse, ya que no son más que creaciones humanas.
Pero las cosmologías, son marcos de certidumbres muy potentes y quizás sean necesarias generaciones para erradicar esta. Eso no quiere decir que no haya que empezar ya, y ahora podemos.
Históricamente los cambios extraordinarios, solo se pueden producir en situaciones excepcionales. Bien lo saben los promotores de la Doctrina del Shock.
Vivimos, lo creamos o no, nos guste o no, nos inquiete o no, una situación excepcional.  Es una ventana de oportunidad para refundar este país, sobre la base de la solidaridad, la justicia y la honestidad,  retomando principios secuestrados desde hace dos siglos.  Todos tendremos que renunciar a algo en la travesía y taparnos la nariz si hace falta.

¿Y con que programa? Limpiar la inmundicia de la judicatura, y resto de instituciones del estado y convertir el derechos efectivos la alimentación y un techo para vivir.  Si para esto hay que derogar la ignominia del añadido al art. 135 de la Constitución, y reestructurar la deuda habrá que hacerlo. ¿Y después? El después depende de nosotros. De todos nosotros.

La embestida del fraude..


"La embestida del fraude es la última broma que se le ocurre a una determinada cultura"
Esta frase de Karl Kraus define como muy pocas la situación de la sociedad nacida de los pactos de 1978.
No debería de ser una sorpresa que una organización de la sociedad nacida con la simulación de que todo había cambiado, para ocultar que realmente seguían gobernando las mismas familias e intereses que llevan explotando el país en su beneficio desde hace más de 200 años, termine con una gigantesca traca de fraude.
¿Qué incentivos podrían tener para un comportamiento moral diferente, aquellos que lograron que sus crímenes quedarán impunes y, en muchos casos, continuaron ostentado puestos de privilegio en la judicatura y en el parlamento?
¿Qué interés podrían tener en construir una sociedad modelada en la socialdemocracia, aquellos que llegaron al poder, sabiendo que solo eran mercenarios a sueldo para detener a los peligrosos izquierdistas, que habían combatido a Franco en la clandestinidad?
Ni los primeros son herederos de la democracia cristiana europea, ni los segundos de la socialdemocracia. Por eso aquí no hubo nunca un Contrato Social y los supuestos socialdemócratas, arrasaron sin remordimientos la estructura industrial de España. Un desastre del que escribirá la historia, y cuyas consecuencias llegan hasta hoy.
Se privatizó el país al servicio de los que habían pagado por la famosa Transición,  que además nos hicieron el inmenso "favor "de admitirnos en Europa, para desplumarnos mejor. Eso si, lo de Europa dio carta de demócrata a los colaboradores de la dictadura y título de estadistas a la panda de sevillanos de la "tortilla", que pronto apuntaron maneras con favores a cuñados, Filesas y cooperativas fraudulentas. Ahora hay datos, pero ya entonces eran unos estafadores.
Luego, los de siempre decidieron que ya habíamos jugado bastante a ser de izquierdas y tomaron el relevo. Pusieron lo que quedaba: el suelo, en almoneda y las cajas B y la moral B fueron cosa común en partidos y sindicatos, tanto que ahora se asombran de que se lo reprochen. ¡Pero si todos los hacíamos! 
Cierto que mejoraron las condiciones de vida de los españoles, faltaría más, habíamos vendido las joyas de la abuela y puesto nuestro destino en manos ajenas con deudas millonarias . No fue ningún logro socialdemócrata, como ahora se empeñan en presentarnos, solo un reparto, ni siquiera justo, de los ingentes beneficios obtenidos, guiado por criterios electoralistas. Con el INSERSO crearon la clientela electoral para una nueva alternancia: Ahora robo yo y después tú, y de vez en cuando nos peleamos para darle realismo a la cosa. Es decir todos eran lo mismo y robaban en los mismos sitios y de la misma manera: Leguina y Gallardón son colegas. 
Se ponían el pañuelo rojo y se iban a Rodiezno, con los mineros, a hablar de justicia social, puño en alto los muy cínicos, acompañados de un ladrón. ¡Una gigantesca farsa! 
El Süddeutsche Zeitung, al principio de la crisis, definió muy bien a las élites españolas: Codiciosas en el reparto de la riqueza e incapaces de crearla. 
Así que nada de mitificar una socialdemocracia que nunca existió, ni a unos liberales con visión de estado que nunca la tuvieron. Mientras no admitamos esto, estaremos condenados a repetir los mismos errores y ser engañados por los mismos. 
El PSOE de Sanchez es el ultimo intento de los de la "tortilla" de engañarnos. Les salió bien, por la soberbia de Aznar, con un mediocre como Zapatero y esperan repetir la misma jugada. Palabritas de desafío en el congreso y dinero para los amigos en las comisiones a puerta cerrada. Una maniobra que, significativamente, recibe el mismo apoyo de una televisión pública manipulada, que del periódico travesti del régimen: El País.
Algunos se sentirán ultrajados por tildar de régimen el sistema actual. Estos, tendrán que explicar como denominar a unas instituciones que condenan con presteza a los jueces críticos y no encarcelan a los ladrones, que piden decenas de años para un grupo de manifestantes y cinco para un mafioso responsable de la muerte de cinco jóvenes, que condena a pena de cárcel a una madre en paro por comprar pañales con una tarjeta de crédito que se encuentra, pero que no encuentra fundamento legal para encarcelar de inmediato a Blesa, Rato y compañía.  Un gobierno que junto con la oposición legaliza, en el Parlamento, la entrega de 1400 millones de los ciudadanos a un particular: Florentino Perez. Un gobierno que permite el expolio completo,14.000 millones de euros, de una empresa: ENDESA creada por todos los españoles por un gobierno extranjero: Italia. 
Un régimen controlado por una casta inmoral. Eso es lo que tenemos hoy. Una casta con la que no hay consenso posible, solo tiene y ha tenido un objetivo: esquilmar el país.
Este régimen no ha aparecido por casualidad, está ahí por nuestra desidia, por nuestro egoísmo en pensar solo en el corto plazo, cuando la historia se escribe en tiempos mucho mas largos.
Si queremos cambiar la cosas de verdad, hay que pensar en generaciones. La primera se reunió este fin de semana en la Plaza de Toros de Vistalegre en Madrid.