05 junio 2007

ETA y Kosovo

En el mes de Marzo publicaba en este blog Kosovo y España, para resaltar la sincronía entre la actitud de ETA y el proceso de independencia de Kosovo. Desafortunadamente el comunicado de ETA parece confirmar las predicciones. Las últimas noticias de la independencia de Kosovo hablan de semanas más que de meses y ETA rompe el alto el fugo denunciando la ilegitimidad de las elecciones y las torturas y opresión del pueblo vasco.

Un recorrido por toda la prensa europea: Alemania, Inglaterra, Francia, EE.UU. y ni una sola mención a ETA como grupo terrorista: grupo armado vasco o grupo separatista vasco, hasta grupo ilegal vasco, esta última es del partido de los comunistas alemanes. Las reseñas de la noticia, recogen con detalle las reivindicaciones y razones del comunicado de ETA y pocas observaciones críticas. Para un lector poco informado, con seguridad la actitud del gobierno español parecerá mezquina y ETA estará en su perfecto derecho a luchar contra un régimen corrupto y torturador. La sombra de Egmont es alargada.

Recordemos una vez más que el modelo Ahtisaari, que da luz verde a la independencia de Kosovo, para no crear un precedente que abra la veda a una multitud de procesos de independencia en Europa, requiere constatar la imposibilidad de la convivencia entre las comunidades de un territorio. Este es el camino que ha elegido ETA y por el que parece que va a tener éxito. Y ello por dos razones: La primera es que coincide objetivamente con la estrategia del PP que hace tiempo ha descontado la independencia de Euskadi, pero quedándse, como patrimonio, con el resto del país. La segunda, la UE a la vista de las reacciones en Kosovo y las de la prensa europea, una vez dadas las condiciones, no tendrá ningún problema en aceptar el modelo Ahtisaari para Euskadi.

Los pasos siguientes, después del pasmo inicial, serán una radicalización del PNV y EA. También veremos ecos en ERC.

En mi opinión, desgraciadamente, la suerte ya esta echada y todo lo que se puede hacer es lograr que camino sea lo menos doloroso posible, aunque no se muy bien como. ¿Y el futuro? Preparémonos para grandes amarguras.