20 julio 2005

La Misa

Domingo mañana, barrio acomodado del Norte de Madrid. Puerta de una Parroquia.
Un puesto de flores, primorosamente cuidado, espera a los feligreses a la salida de la Parroquia. Una anciana baja las escaleras de la Parroquia ayudada por una mujer joven, otras ancianas elegantemente vestidas, se acercan al puesto de flores.
¿Un escena idílica? Probablemente si, pero a mi me recordó escenas similares a la salida de una Junta de Accionistas. Y es, que la falta de caridad , egoismo y ambición, tan poco cristianas, de la que algunos hacen gala en su vida diaria, hacen pensar si al ir a Misa, no estarán pensando en el Retorno de Inversión de la felicidad eterna. Si en la vida terrenal, no hay dividendos sin aportación, a lo mejor en la otra vida la cosa no es muy diferente, así pues, mejor ir aportando plegarias y misas, por si acaso....