17 julio 2011

Es la Economía

Hace años nos enseñaban la regla de interés simple y compuesto y poco más, hoy quizás ni esto. Los elementos de un Balance, que significa una acción, como se crea el dinero o que es la inflación, no forman parte del temario académico básico. Sin embargo su conocimiento y su comprensión a un nivel elemental es clave para formar ciudadanos informados y por lo tanto capaces de elegir. No son asuntos complejos, al menos no más complejos que comprender a Platón, Aristóteles o Nietzsche o aceptar, contra toda lógica, que en caída libre un martillo y una pluma irían a la misma velocidad (para tranquilizarnos nos aclaran que es el vacío, o sea donde no podemos comprobarlo facilmente). Esto no es más que el intento modesto de un amateur por arrojar alguna luz sobre asuntos económicos, utilizando elementos de conocimiento común.

Deuda y déficit.

La deuda es el dinero que el Reino de España (deuda soberana) o los particulares y empresas de España deben y que tienen que devolver con intereses. En si misma la deuda no es un problema siempre que con los ingresos seamos capaces de atender el pago de los intereses cuando vencen. Por eso no es relevante decir que la deuda soberana de Alemania o de Holanda es del 70% de su PIB (toda la riqueza que produce un país en un año) y que la deuda soberana de España es solo del 60% del PIB. Lo importante es si tenemos capacidad para atender el servicio de esa deuda (los intereses). Por otra parte aunque tanto en España, como en Alemania u Holanda la deuda más importante es la de particulares y empresas, nuestra deuda total es el 360 % de nuestro PIB mientras que Alemania y Holanda están en el 260%. Es decir que lo que nos distingue de los virtuosos no es la deuda soberana sino la privada. Pero hemos dicho que la deuda no era un problema, así que daría igual el monto de la deuda. Entonces ¿Cuál es la diferencia?


Déficit Presupuestario y Balance por Cuenta Corriente.

El Déficit Presupuestario o Déficit Público es la diferencia entre los ingresos del Estado, como impuestos y tasas sobre el resultado del proceso de creación de riqueza, y los gastos, entre otros el servicio de la deuda soberana. Y nuestro déficit ha llegado al 11% del PIB mientras que el de Alemania no pasó del 2,5 % del PIB. ¿Cómo se cubre esa diferencia? Dentro del Euro solo hay una opción : pedir dinero prestado, en nombre del Reino de España, a inversores privados: Los famosos “mercados”. El Balance por Cuenta Corriente, es la diferencia entre lo que nos pagan por todos los bienes y servicios que exportamos y lo que pagamos por los que importamos. Y mientras Alemania tiene un superávit de 162.000 millones de Euros al año, España tiene un déficit de 66.000 millones. Por lo tanto nuestro sector privado también necesita, para continuar con su actividad, pedir dinero prestado a los “mercados”. Así que tanto para financiar el Déficit Presupuestario, el Estado, y el déficit de la Balanza por Cuenta Corriente, los particulares, hay que acudir constantemente a los mercados a pedir dinero. Pero el objetivo de los mercados es prestar el dinero para obtener una rentabilidad, así que solo seríamos unos magníficos clientes. Aquí es donde entran otros dos conceptos: Liquidez y solvencia.

Liquidez y solvencia.

La liquidez, es la capacidad de disponer de dinero o convertir nuestros bienes en dinero en un momento determinado. Solvencia es la capacidad de cancelar nuestras deudas enajenando nuestros bienes. Nuestra solvencia es tanto mayor cuanto el valor que podemos esperar por la venta de nuestras propiedades supera nuestras deudas. Cuando el valor de venta esperado es inferior a nuestras deudas somos insolventes. Liquidez y solvencia están relacionadas ya que si no tenemos liquidez, solo podremos enajenar nuestros bienes a precio de saldo y podríamos ser insolventes. Sin embargo la falta de liquidez puede ser solo temporal, debido a que hay un exceso de oferta o falta de demanda a corto plazo de lo que tenemos o producimos. Esta situación es la que se conoce como “crisis de liquidez” y si acreedores o prestatarios lo reconocen así, dispondremos de crédito para seguir funcionando hasta que aumente nuestra liquidez y podamos cancelar el crédito. Los intereses que estaremos dispuestos a pagar en esta situación serán bajos ya que habrá numerosos prestatarios deseosos de ofrecernos su dinero a cambio de un beneficio con la seguridad de que recuperan lo prestado en poco tiempo, en general los prestatarios buscan beneficio sin perder la liquidez. La situación es muy distinta cuando la falta de liquidez no es temporal, si lo que tenemos carece de valor a corto plazo o es muy difícil de enajenar. El valor de la Catedral de Santiago puede ser enorme, pero su liquidez es prácticamente nula. Cuando esto ocurre aparece un problema de solvencia, y esto es mucho más grave ya que los prestatarios no están seguros de recuperar la totalidad de su dinero, ni de que hagamos frente a los intereses de los créditos. En estas condiciones solo unos pocos prestamistas, los más arriesgados, estarán dispuestos a adelantarnos dinero y con tipos de interés muy altos, para recuperar lo antes posible su dinero vía intereses. Además, a diferencia de la “crisis de liquidez”, estos prestamistas no cuentan con la posibilidad de que devolvamos el crédito, por lo que no tienen el menor interés en que nos vaya bien y recuperemos nuestra liquidez. Son los especuladores. En el caso de España, una parte importante de nuestra riqueza es el parque inmobiliario, cuya liquidez es muy reducida a medio plazo, y el ritmo de creación de riqueza , el PIB, no crece sino que disminuye, al no disponer de fuentes alternativas al ladrillo para crear riqueza, por lo que los mercados consideran que tenemos un problema de solvencia y nuestros prestamistas son en gran parte especuladores. Conviene señalar que si el Reino de España dejara de pedir prestado o redujera las cantidades solicitadas, sería un signo de que aumenta nuestra liquidez y solvencia, y por lo tanto más inversores, sobre todo los que buscan inversiones seguras, nos ofrecería dinero y se alejarían los especuladores. Es decir somos sujeto de los especuladores, porque necesitamos más dinero del que ingresamos, y porque que no parece que vayamos a resolver la situación a corto plazo, y algo muy importante, de acuerdo con el Tratado de Maastrich, el déficit de un Estado Miembro no puede ser financiado por los otros Estados de la UE, y debe de financiarse acudiendo al mercado de capitales. La impresión de Euros, al ser la moneda común, para financiar el déficit es una forma de transferencia de dinero: Habría más Euros en circulación para la misma riqueza, y por lo tanto cada Euro, los del país que recibe el dinero, pero también los de las cuentas corrientes de alemanes, holandeses, etc. valdrían menos.

La Prima de Riesgo.

Como la mayoría de los países tienen Déficit Presupuestario, el tratado de Maastrich permite hasta un 3%, acuden a los mercados y dependiendo de su liquidez y solvencia consiguen dinero a un interés menor o mayor. Alemania se considera el país más solvente y por tanto el que paga el menor interés por el dinero que pide prestado. La diferencia entre el interés que paga un país y el que paga Alemania se llama Prima de Riesgo y se mide en puntos porcentuales, así 300 puntos de Prima de Riesgo de España, significa que cuando el Reino de España pide dinero prestado tenemos que pagar un 3% más de interés que Alemania. Sin embargo España no está solicitando dinero todos los días y a todas horas, así que: ¿Cómo es que la Prima de Riesgo varía de día en día y de hora en hora?. Este es uno de los casos de profecía auto cumplida del casino financiero. La deuda soberana se emite en forma de bonos con un valor nominal determinado y un plazo de devolución del nominal (años o meses) . Estos bonos se subastan periódicamente por el Tesoro Público, y se adjudican al interés más bajo posible con el que nos ofrecen comprar los bonos. Este mercado reglado en el que el vendedor puede decidir pedir menos o más dinero en función de la oferta o incluso cancelar la subasta se llama Mercado Primario de bonos. Los bonos una vez emitidos van a otros mercados no reglados, denominados Mercados Secundarios, en los cuales los bonos se intercambian. Si alguien que tiene un bono quiere venderlo puede ofrecerlo con un descuento en relación a su valor nominal, así un bono de 1000 €, se puede ofrecer a 995 €, o sea con un 0,5 % de descuento, con lo que el comprador pagaría 995 € por algo por lo que el Tesoro Público le va a dar 1000 €. Es decir considera que el interés del bono es bajo y lo compensa con el dinero que recibe por el descuento sobre el valor nominal. Por lo tanto si en estos Mercados Secundarios hay una gran oferta de bonos del Reino de España, quiere decir que los tenedores quieren deshacerse de ellos y para ello ofrecen un descuento sobre su valor nominal. Así, cuanto mayor es el descuento mayor es el interés que habría que ofrecer a los compradores de bonos ese día y hora para que compraran bonos de España, fijando de este modo la Prima de Riesgo. Los futuros compradores de bonos, cuando el Tesoro convoque la subasta, no van a aceptar una rentabilidad menor que la que obtienen en el Mercado Secundario así que se cumple la profecía y son los Mercados Secundarios no reglados los que marcan la Prima de Riesgo. El problema es que estos mercados secundarios se prestan a la especulación más desaforada, un ejemplo es la venta a corto en descubierto. Funciona así: Un especulador pide prestados por un día 1000 bonos de valor nominal 1000 € y paga por el préstamo 1 céntimo de Euro por cada Euro prestado, o sea 10,000 €. A continuación los ofrece en el Mercado Secundario y los vende con un descuento del 1 % a 990 €, obteniendo 990.000 €, pero esto desencadena una reacción de desconfianza de los “mercados” en España y los bonos terminan el día vendiéndose a 950 € , en ese momento el especulador los recompra pagando solo 950,000 €, y los devuelve al propietario. En esta operación obtiene un beneficio bruto de 40,000 € que descontado el alquiler de 10.000 € le da un neto de 30,000 €. Además como el precio del bono ha bajado, la Prima de Riesgo sube y en la siguiente subasta del Mercado Primario, el mismo especulador prestará dinero a un interés mayor. A los vaivenes de la Prima de Riesgo pueden no ser ajenos los países con mejor calificación, por ejemplo Alemania. Los tenedores institucionales de bonos de España al ver la inseguridad los venderán para comprar bonos más seguros, Alemania en nuestro ejemplo, con lo cual al aumentar la demanda de sus bonos puede ofrecer pagar un tipo de interés más bajo, a cambio de la seguridad que ofrece. Por lo tanto agitar la inestabilidad de los bonos españoles, o italianos, puede facilitar la financiación de Alemania. O sea que una vez atrapados por el déficit y el Euro, un país es presa de la especulación entrando en la.....

Espiral de Deuda.

En ausencia de otros factores, al incrementarse la Prima de Riesgo, aumenta el coste del servicio de la deuda y por lo tanto la deuda soberana y por lo tanto el déficit y por lo tanto la Prima de Riesgo y por lo tanto el servicio de la deuda en una espiral que termina cuando no es posible financiar el Déficit Presupuestario. A los bancos, se les cierra la financiación en el mercado interbancario y por lo tanto no disponen de dinero para sus operaciones, o bien lo obtienen pagando intereses muy elevados, lo cual reduce la competitividad de las empresas que reciben el dinero, lo cual reduce las exportaciones, lo cual aumenta el Déficit en la Balanza por Cuenta Corriente, lo que aumenta la Prima de Riesgo, lo que reduce la competitividad, lo que reduce la actividad económica, lo que reduce la creación de riqueza, lo que reduce los ingresos del Estado, lo que aumenta el Déficit Presupuestario, lo que aumenta nuestra necesidad de pedir dinero prestado, lo que aumenta la Prima de Riesgo en un ciclo que finaliza cuando no es posible atender el Déficit Presupuestario y la actividad del Estado y las empresas se detiene por falta de liquidez. Esta espiral es lo que ha ocurrido en Grecia, Irlanda y Portugal, que en el último instante detuvieron la catástrofe recibiendo prestamos del Fondo Monetario y del Fondo de Ayuda Europeo para financiar su déficit en lugar de acudir a los “mercados”. Su Prima de Riesgo sigue siendo muy alta pero irrelevante mientras no necesiten pedir más dinero. Un daño colateral de la Espiral de Deuda, es que con frecuencia una parte significativa de los bonos de deuda de un país los tienen sus bancos en el Balance valorados a su nominal. Cuando la Espiral de Deuda se activa el precio de los bonos está muy por debajo del nominal y los bancos deberían ajustar su balance. No lo hacen ya que serían insolventes, así que son bancos zombies que no pueden operar porque nadie les presta dinero. Para evitar esta situación, parte del dinero del rescate se entrega a los bancos, para que dispongan de liquidez. Lo que hace diferente a España para un rescate , es nuestro tamaño. El PIB de España es del orden de 1,4 billones de Euros mientras que el de Portugal es de 0,2 billones. Por lo tanto con un déficit público del 9 % del PIB, para rescatarnos serían necesarios del orden de 120.000 millones de Euros, si le añadimos lo necesario para mantener la actividad económica, teniendo en cuenta el tamaño de nuestros bancos, nuestro rescate supondría mucho más que elPIB anual de Portugal. Es decir no somos rescatables y por lo tanto la Espiral de Deuda en el caso de España terminaría con una suspensión de pagos, una quita a los acreedores y… el resto es difícil de imaginar. En esta situación, podríamos preguntarnos para que sirve la UE tal como está concebida, cual debe de ser nuestra relación con Europa en el futuro, o incluso, si podemos abandonar el Euro…