16 agosto 2009

Alemania.... y III

Ausburg.



Una de las ciudades más antiguas y prosperas de Alemania. Es la ciudad de Holbein, de Bretch y de Leopold Mozart, pero sobre todo la ciudad de los Fugger, judíos convertidos, que fueron los hombres más ricos de la época. Banqueros del Papa y del Emperador. Carlos I recibió 500.000 ducados de Jacob Fugger lo que le permitió convertirse en Emperador. Nunca devolvió el dinero según parece, pero los Fugger consiguieron establecer rutas de comercio a través de España hasta Lisboa y Sevilla. Con esto completaron su red comercial Norte-Sur desde el Báltico a Venecia. Una tela de araña que llegaba a todas las ciudades importantes y centros de comercio de la época. Dueños de la minería de plata del Tirol obtuvieron permiso para acuñar moneda. Además entraron el mercado de derivados y futuros, comercializando las bulas papales. Las que según dicen indignaron a Lutero, así que a lo mejor en el origen de la Reforma está la habilidad de un comerciante judío para vender un producto.
Nos alojamos en el hotel Am Alten Garten. Un edificio que yo creo que fue construido para residencia de la tercera edad, por un convento cercano, y reconvertido luego en hotel. Un poco frio pero confortable.
Hay muchas cosas que ver pero como llevamos poco tiempo, elegimos la Fuggerei. Una colonia de viviendas para necesitados construida en 1515 por Jacob Fugger el Rico y sus hermanos. Casi 150 viviendas en estilo neogótico civil, todas iguales, diminutas con cuatro habitaciones y puerta individual para cada vecino, en un recinto cerrado con iglesia, escuela, fuente pública y hospital para sifilíticos. Los inquilinos las recibían de por vida y pagaban un gulden al año y se obligaban a rezar tres veces al día por la salvación eterna de los Fugger. Jacob Fugger sabía muy bien que lo de la confesión y el perdón de los pecados era solo un negocio, así que, hombre previsor, organizó un servicio de oraciones para la posteridad con estómagos agradecidos. Hoy la Fuggerei, reconstruida después de la guerra, sigue funcionando administrada de forma privada por la fundación de la familia Fugger. Los inquilinos pagan 0,88 € al año que es el equivalente del gulden de la época de Jacob Fugger.
Una colonia de adosados como inversión para la Eternidad.


Mañana camino de los Alpes, a lo largo de la Romantische Strasse.