08 diciembre 2006

La Evolución

Según un grupo de investigadores ingleses, el canto de los pájaros que se han instalado en las grandes ciudades, se modifica significativamente en relación al de sus parientes rurales. Parece ser, que la alteración se debe a la necesidad de seguir llamando la atención de las hembras en el ruidoso ambiente de Paris, Londres, Berlín o Roma, ciudades elegidas por los estudiosos británicos para llevar a cabo su investigación.

Según fuentes cercanas al equipo científico, que este blog no ha podido confirmar, se excluyó deliberadamente a Madrid del estudio, ya que es conocido que las aves madrileñas, debido a la persistencia e intensidad del ruido, hace varias generaciones que comunican sus intenciones y apetitos sexuales por señas, o han optado por la inseminación artificial. En zonas de especial sensibilidad religiosa, Barrio de Salamanca y aledaños, las aves han considerado el ruido una señal divina y han optado por renunciar a la actividad sexual, organizando grupos de autoayuda en los árboles de la calle Velázquez cercanos a la famosa pastelería Mallorca, donde los deliciosos restos, compensan con el ejercicio de la gula lo que la abstinencia sexual quita. Este comportamiento de las aves de la Villa y Corte, según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente que este blog tampoco ha podido confirmar, constituye un ejemplo a seguir en el resto de Europa, demostrando que hay alternativas al relativismo moral que nos inunda.

El caso es que el reino animal, muestra una vez más su inmensa capacidad de adaptación. Esto supone un tanto para el campo de los Evolucionistas y un nuevo desafío para los Creacionistas, que ya han iniciado, en su feudo de la Universidad de Kansas, la búsqueda de rastros bíblicos que demuestren que el Creador ya había previsto, en su infinita sabiduría, las alteraciones sonoras con las que se iban a encontrar las criaturas voladoras, y en consecuencia dotado a las aves, en la ajetreada semanita de la Creación, de los necesarios mecanismos de modificación del canto.

Siguiendo con el reino animal y sus adaptaciones, sería muy interesante que algún grupo científico, investigara las razones por las cuales, en una plaza fría y ventosa del norte de Madrid, una multitud de seres humanos se dirigen, hacinados en buses y autobuses, cada madrugada cinco días a la semana, a realizar tareas sin ningún sentido para ellos, e incluso perjudiciales para sus intereses. Estoy seguro que las conclusiones serían un reto, para Evolucionistas y Creacionistas. Otra cuestión, es si tendrían algún impacto en tan anormal comportamiento, visto el empeño que los seres en cuestión ponen en la tarea. Quizás es que el Creador se quedó en lo de “manos ocupadas manos felices” o su expresión tecnológica: Arbeit macht Frei, (el trabajo os hace libres), sin prever las nefastas consecuencias de esta simplificación. O quizás si. ¡Creo que ya me he ganado la enemistad de los Creacionistas!.