26 febrero 2013

Carne de caballo

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El ministro alemán de desarrollo Dirk Niebel ha sugerido que la mezcla de carne de ternera y caballo sea distribuida a los pobres alemanes. Es buena comida, afirma, y no hay ninguna razón para desperdiciarla. Un prelado de la iglesia evangelista, apoya la propuesta del ministro, porque la iglesia “nunca ha entendido la mentalidad de tirar cosas de la sociedad moderna”.

Ambos tienen razón y deberían dar ejemplo, poniendo de moda en los lujosos restaurantes que sin duda visitan, la chuleta de caballo al aroma de ternera y el reciclado, en forma de rico goulash, de los paquetes de carne “mixta” a punto de caducar. Como es normal, en tiempo de transparencia, la carta debería además informar con detalle del origen de las viandas.

Y es, que en este asunto, lo malo no es que nos den carne de caballo, sino que la hagan pasar por ternera. Y que, cuando se descubre, afirmen que no hay peligro para la salud, que es tan buena como la carne de ternera, y que en todo caso los pobres harían mejor adaptándose al nuevo menú, para ahorrar cargas a los contribuyentes.

Como con la carne de caballo, lo que cabrea no es que nos den nepotismo y manipulación por democracia, lo que es insultante es que insistan en venderla como tal. Les preocupa que, en lugar de comernos sin rechistar el producto adulterado, lo despilfarremos en manifestaciones y seamos unos remilgados. Nos llaman golpistas. Es buena comida nos dicen, lo mejor que se puede dar hoy sin caer en la revolución de alimentarnos con carne de ternera. No estamos preparados para el sabor de verdad. ¿Qué nos hemos creído? ¿Qué más queremos? ¿No nos dejan ya votar cada cuatro años?

El caso, es que el caballo cada vez gusta menos y miramos con mas recelo el paquete de lasagna que nos ofrecen a cambio de nuestra autorización periódica para que sigan abusando de nosotros. En Italia ya votan a cómicos y proxenetas. Es una forma de decirles que, por más que insistan en la calidad del producto, ya no creemos lo que pone en el envase. Pronto nos largaremos a otro sitio a comer otras cosas. Sin ellos, sin ninguno de ellos.

10 febrero 2013

Putrefaccion y Mafia

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Mariano Rajoy despachó el asunto con dos palabras: “es falso”, en realidad le sobró una, bastaría con que hubiera dicho “putrefacción”. La encarnación actual de la mafia político-judicial-empresarial-financiera que, desde hace más de 200 años, explota este país en su propio beneficio, ha corrompido todas las instituciones, y ahora chapotea en un cenagal enfrascada en una pelea barriobajera entre miembros de diferentes bandas. El resto del país asiste a la pelea, con una mezcla de asombro, desinterés e indignación. Los titulares son únicamente los destellos de los cuchillos en la reyerta, una pálida imagen de la violencia real. Mientras, los verdaderos capos están en ministerios, fundaciones, consejos de administración, juzgados, maquinarias de partido, carísimos despachos de abogados trufados de ex fiscales y ex jueces, y lujosas notarias dando fe de los “negocios” de estos “corleone”.

Viven en su mundo, que solo se pone en contacto con nosotros para azuzar unos contra otros,  explotarnos y expoliarnos, así ha sido y así sigue siendo porque nunca hemos sido capaces de deshacernos de ellos.

Hemos alimentado monarquías pervertidas y corruptas con su corte de parásitos, convivido con un dictador que, no lo olvidemos, murió en su cama. Y cuando una carambola de la historia nos ofreció una oportunidad, la desaprovechamos, los salvadores se hicieron de la “familia” y para no perder la tradición nos dimos un rey que ha hecho honor a los peores vicios de su estirpe.

Una prensa financieramente quebrada, y por ello dependiente de los favores del poder, es solo un comparsa necesario en la pelea. Nada que esperar de ella, en breve veremos movimientos para hacer callar a los versos sueltos de La Sexta.

En cuanto a cierta “clase empresarial” que después de vaciar la caja en sus bolsillos, deshacerse de tres millones de trabajadores en un tiempo record, y que ahora no hace más que darnos lecciones, la describía de forma certera un articulo del Südeutsche Zeitung, “Eficaz en repartir dinero e incapaz de crear riqueza”.

No tenemos nada que ver con ellos, ignoremos ese mundo, no vayamos a sus elecciones, no prestemos atención a sus periodistas, ni credibilidad a sus jueces y cuando vuelvan a pedir el menor sacrificio, organicemos tal griterío que se asusten de nosotros. Que nos dejen en paz. Sin nosotros se mataran entre ellos.

Entretanto y para avergonzarnos, la ministra de educación de Alemania, íntima amiga de Angela Merkel y dirigente histórica del partido en el poder, dimite al ser desposeída de su titulo de Doctor, no por plagio sino por citas incompletas y falta de rigor en las referencias “que pueden hacer pensar que intenta hacer pasar como propias ideas ajenas” según el dictamen de la Universidad de Düsseldorf. Cosas de marcianos.

No quiero imaginar cuantas tesis doctorales de este país soportarían semejante escrutinio. En cualquier caso aquí ser doctor es un adorno, lo que importa es ser de la “familia”.