¿Qué hacemos en el Euro? La respuesta simple es: dejarnos expoliar por los llamados a si mismos países virtuosos y degradar económica y
moralmente nuestras sociedades para que
desesperados y roto el tejido social aceptemos, como salvación, una
colonización económica total.
¿Es fácil salir del Euro?. Rotundamente no. La salida del Euro será un proceso difícil y doloroso, pero
después nos permitirá tener un cierto control de nuestro destino y recursos.
Para ilustrar el proceso actual conviene explicar que, propaganda aparte, hasta ahora los ciudadanos de los países virtuosos no han aportado ni un solo Euro, sino más bien han obtenido jugosos beneficios.
En primer lugar, los rescates, de
Grecia, Irlanda y Portugal no han sido donaciones sino prestamos a corto plazo y con un alto interés, con obligación de
privatizaciones forzosas, como el caso de Portugal, en breve plazo.
De los primeros, los países más beneficiados son los que han adelantado más dinero: Alemania, Francia y Holanda por este orden.
De las segundas, a pesar de los intentos
desesperados de los portugueses de ser comprados por Brasil, es muy probable que la parte del león se la lleven los mismos.
En segundo lugar, la huida de capital de Portugal, Irlanda, Italia,
Grecia y España hacia Alemania, cuyo índice es la famosa prima de riesgo, le permite financiarse a unos intereses muy bajos, lo que facilita su desarrollo, la ya elevada competitividad de sus empresas y su capacidad económica de cara a los procesos
privatización que se avecinan. Francia, Holanda y Austria, la primera en menor medida, también disfrutan de esta bonanza.
En tercer lugar, el “esfuerzo” del Banco Central Europeo en comprar bonos del Tesoro de los
PIIGS, es, siempre que estos apliquen las medidas de austeridad necesarias para pagar los intereses primero y devolver el principal despues, un gran negocio para Alemania. Veamos en que consiste: Cuando el
BCE compra deuda de España, no paga el valor nominal de los bonos, sino una fracción del mismo, ya que debido a la baja calificación crediticia de España el “mercado” los devalúa. No obstante España, cuando llegue el momento del vencimiento, está obligada a devolver el valor nominal. Y además, hasta ese momento los elevados intereses los cobra el
BCE o sea Alemania y resto de virtuosos.
El
BCE anota en el activo los bonos comprados y en el pasivo de su Balance unos Euros que fabrica de la nada. ¡Ni un Euro de los contribuyentes! Los Euros que adelanta para comprar los bonos los paga con cargo a los muy
substanciosos intereses que recibe.
Es decir, el gran teatro, oculta la realidad: Que el mantener
Grecia, y el resto, a flote es la única manera de perpetuar el expolio y ganar tiempo para transferir el riesgo de los bancos alemanes y franceses tenedores de los bonos al
BCE.
Las grietas de este edificio son dos: La primera y más obvia que dejemos de pagar y que este proceso de impago sea desordenado y no lo puedan controlar, con lo que el
BCE, o sea sus socios más
distinguidos, tendrían que hacer frente a las pérdidas.
La segunda es el abandono del Euro de países como Italia o España. La consiguiente devaluación de sus monedas en relación al Euro reduciría en estos países,
substancialmente, la compra de productos alemanes. Sería un torpedo en la línea de flotación de la economía alemana, a la que un Euro fuerte le permite comprar materias primas, mano de obra y servicios baratos en dólares y vender sus productos en Euros caros en su principal mercado: Europa. Conviene señalar que el comercio exterior con EE.UU. y Asia se realiza en dólares, o bien con productos exclusivos en los que, al menos de momento, no tiene que competir.
El modelo económico alemán requiere un Euro fuerte de cara al exterior del
UE y clientes cautivos en Euros en la
UE. Por eso
Angela Merkel adora el Euro y en caso necesario están dispuestos a aplicar medidas extremas.
La estrategia en curso tiene tres vías:
a) Mantener a los pacientes vivos, para dar tiempo a los bancos e
instituciones financieras alemanas a transferir su riesgo al
ECB. Además, con un ritmo adecuado, el
ECB comprará bonos más devaluados y con mayor interés, obteniendo un mayor beneficio sin que se mueran los pacientes.
b) Establecer una estrategia que permita reducir la deuda de los
PIIGS, a cambio de obtener activos de los mismos vía concesiones y
privatizaciones. El caso ejemplar es el llamado
Plan Eureca para Grecia.
c) Una campaña de propaganda de intimidación, desprecio y engaño masiva para mantener a los pacientes
atemorizados y atenazados.
El Proyecto
Eureca, diseñado por una consultoría alemana, consiste en lo siguiente: Reducir la deuda de
Grecia de un solo golpe del 145% al 88% del
PIB sin que se produzca impago, es decir asegurando los activos de los bancos. Para ello
Grecia tendría que
recomprar al
BCE bonos por el monto preciso para reducir su deuda.
Para obtener los fondos necesarios
Grecia transferiría de una vez a una entidad no
gubernamental griega la propiedad de todos los activos del Estado, esta entidad vendería los activos a un
holding creado por la
UE, el cual pagaría a dicha entidad griega para que
Grecia,
con el dinero recibido, recomprara sus bonos al
BCE.
Es decir, al final del proceso
Grecia habría privatizado el país a cambio del 50% de su deuda. Los griegos vivirían de alquiler en su país pagando además intereses por algo que ya no es suyo.
El
holding, por sus parte, procedería a subastar los activos griegos para recuperar, con beneficios, el dinero aportado por los miembros del
holding: Los virtuosos.
Pero además ayer, una entrevista en el periódico alemán
Handelsblatt, lo dejaba claro: La continuación del Euro está ligada a que la zona Euro tenga un gobierno central europeo fuerte, para el que contemplan dos alternativas: Que Alemania organice y dirija o que Alemania organice y Francia dirija. Esto último con reservas ya que Francia no acaba de abandonar su ramalazo revolucionario. Se restaura el absolutismo.
¿De verdad queremos seguir en la
UE?.