Estamos asistiendo a una campaña de intoxicación informativa
acerca de nuestra situación económica. El objeto de esta campaña no es otro,
como en ocasiones anteriores, que producir una cortina de humo detrás de la
cual ocultar una segunda fase de saqueo por parte de la mafia financiera.
La primera fase
consistió en trasladar la deuda privada al sector público. Esto se hizo
por dos vías. La primera, y más evidente, los rescates con prestamos
millonarios a la banca, que ahora debemos devolver los españoles y una segunda
con prestamos a bajo interés (por debajo del 1%) del Banco Central Europeo a la
banca para que esta “se saneara” comprando deuda pública por la que deberemos
pagar un 3 % de interés.
El resultado de este proceso se puede ver en el siguiente gráfico
donde la deuda pública se dispara, mientras con los ingresos del “saneamiento”
los bancos empiezan a amortizar su deuda.
Ante la afluencia de dinero del BCE la rentabilidad de los
Bonos del Tesoro se redujo a valores próximos a los de préstamo del BCE ( 1,5 %
para los de 5 años y 0,5 % para los de 9 meses) así que ya no podían seguir
expoliando por esta vía.
El 5 de junio el BCE decide mantener los tipos de interés al
0,15% pero avisa a los bancos de que tendrán que dar crédito y les cierra la
puerta a que depositen el dinero prestado en el propio BCE cobrando un 0,1 % de
interés por los depósitos.
Así que hay que inventarse algo: La recuperación. Con el dinero del BCE empiezan a comprar y
comprarse de todo. En primer lugar acciones de sus empresas y el IBEX 35 se
incrementa en 1000 puntos en un mes lo que significa una inyeeción de 50.000
millones. España va bien y sobre todo a
repartirse dividendos, con una rentabilidad del 4% lejos de la miserias de los
bonos del Tesoro. Es decir quedarse con el dinero una vez más. Y en esas
estamos. La Bolsa continuará subiendo, la deuda pública también y el modelo
productivo inalterado con un empleo de bajísima calidad.
Una colonia de trabajo y de recreo de Alemania.
Los acreedores que miran donde hay dinero: la hucha de las
pensiones, dicen que deberán reducirse entre un 22% y un 45% para que les paguemos y aquí entra la reforma
del art. 135 de la Constitución que nos obliga a hacerlo.
Si la campaña de propaganda e intimidatoria en la que están embarcados
tienen éxito renovarían su poder en 2015 y sabríamos lo que es bueno.
Y entonces llega Podemos y el susto.
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