La asociación Casa Sefarad Israel, supuestamente dedicada a establecer un puente entre España y la cultura judía, actúa en la práctica como un elemento más del entramado de propaganda pro israelí. Para comprobarlo basta con asomarse al apartado actualidad de su página Web, donde, entre otras noticias, se recoge exclusivamente el punto de vista de Israel en relación con la invasión por el ejército israelí de la franja de Gaza, se desacredita la presencia de Joan Saura en la manifestación de Barcelona donde se pedía el cese de los bombardeos indiscriminados por parte del ejército israelí y se advierte a la prensa española de la preocupación por un rebrote del antisemitismo en el tratamiento de la información, se supone que como consecuencia de las informaciones “sesgadas” de esta prensa acerca de las atrocidades cometidas en Gaza. De nuevo se agita el fantasma del antisemitismo para evitar toda crítica al estado de Israel.
Todo lo anterior y algunos de los enlaces, abiertamente pro-sionistas, que ofrece en su página Web son posiciones perfectamente lícitas en un estado democrático, pero tienen poco que ver con el puente cultural que constituye su objetivo oficial. Lo que resulta, como poco, incomprensible es que esta asociación cuente con el patrocinio oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid y que su presidente sea Miguel Ángel Moratinos, Ministro de Asuntos Exteriores, y que figuren como vicepresidentes Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardon. Ni los españoles, ni los ciudadanos de Madrid, han sido consultados acerca de su posición en relación con Israel y si nos atenemos a manifestaciones y encuestas recientes hay al menos un significativo porcentaje que discrepa abiertamente con las posiciones de la Casa Sefarad Israel. Parece adecuado que hasta que esta asociación se dedique exclusivamente a sus objetivos culturales, no cuente con respaldo oficial alguno, ni con representantes del gobierno de España, la Comunidad y el ayuntamiento de Madrid en sus órganos de dirección.
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