13 julio 2008

Fannie y Freddie o el fin de Sueño Americano

Fannie Mae y Fredie Mac, estos dos nombres, hasta ahora desconocidos, pronto ocuparan las primeras planas de nuestros periódicos.
¿Qué son Fannie Mae y Freddie Mac? Contra lo que pudiera parecer no tienen nada que ver con una firma de cosméticos ni con una cadena de comida rápida. Se trata de los dos bancos hipotecarios más grandes de EE.UU. Dos gigantes que acumulan hipotecas por un importe de más de 5 billones de dólares, lo que equivale a la mitad de todos los créditos hipotecarios de EE.UU.

Los nombres de estos gigantes económicos son consecuencia de la obsesión de los norteamericanos por los acrónimos: así Federal National Mortgage Association, se ha convertido en Fannie Mae y Federal Home Loan and Mortgage Corporation, se transforma en Freddie Mac.

Fannie Mae y Freddie Mac se crean por iniciativa del Congreso de EE.UU., como reacción a las consecuencias de la Gran Depresión y en el marco de las políticas sociales USA de los años 60, herederas de la era Roosevelt. Su función principal era facilitar el acceso a la vivienda a la clase media americana, mediante créditos a largo plazo con bajos tipos de interés garantizados. Para cumplir su función Fannie Mae y Freddie Mac, cuentan con el soporte del Gobierno Federal en varias formas, pero de modo muy especial mediante el acceso a la Reserva Federal como garantía de que se devolverá el dinero de los créditos hipotecarios.

En realidad ni Fannie ni Freddie prestan dinero directamente a los norteamericanos, sino que compran las hipotecas a los bancos pagando el principal y los intereses, de tal forma que así los bancos disponen de más dinero para ofrecer en créditos hipotecarios. Para obtener el dinero, Fannie y Freddie solicitan créditos a inversores privados, pero sobre todo institucionales: gobiernos, fondos de pensiones, etc., con el aval del principal y los intereses de las hipotecas, garantizados por Fannie y Freddie, o sea por la Reserva Federal. Con este aval Fannie y Freddie también consiguen dinero a bajo interés en la confianza de los prestamistas de que su dinero está seguro y que van a cobrar los intereses. De nuevo los prestamistas son en general instituciones que quieren garantizar que su dinero está a salvo: Sistemas de Seguridad Social, Cajas de Ahorros, incluso Bancos Nacionales invierten en Fannie y Freddie parte de sus reservas. En todo este trajín Fannie y Freddie se quedan con comisiones de cada transacción para sufragar sus costes de funcionamiento.

Así que Fannie y Freddie a pesar de su cómico nombre, han hecho posible una parte del sueño americano en forma de las casitas con césped y árboles, que han sido nuestra envidia a través de la mirilla de Hollywood.
En la base de Freddie y Fannie estaba la enorme clase media americana pagando sus hipotecas mes a mes. Algo seguro y tranquilo. Pero con el boom de la construcción Freddie y Fannie, compran cada vez más hipotecas y solicitan cada vez más créditos, triplicando en los tres últimos años el valor de las hipotecas garantizadas hasta alcanzar entre ambas los 5 billones, si con b, de dólares. Al abrigo de esta gigantesca montaña de dinero se ha creado uno de los grupos de presión e influencia con más poder en Washington. Freddie y Fannie son puerto de abrigo de Senadores y Congresistas cuando pierden su cargo y de sus familiares y amigos mientras están en el poder, creado así una red de intereses a lo largo y ancho de USA, con ramificaciones en sindicatos, empresas de construcción, gobiernos de los estados, etc. Freddie y Fannie son los grandullones benévolos que hacen posible el sueño de la casita propia a los buenos americanos que trabajan duro y pagan sus impuestos.

Pues bien, un par de rumores de un Congresista e informes de sesudos analistas de la Unión de Bancos Suizos, los mismos que no se enteraron de que su empresa perdía más de 8000 millones de dólares en hipoteca basura, han bastado para que las acciones de Fannie y Freddie pierdan en una semana más del 30 % de su valor. Hay quien afirma que están en bancarrota y que van a necesitar que el gobierno USA acuda en su auxilio.

Ahora mismo el ruido es enorme y es difícil decir si las Freddie y Fannie están realmente en apuros como consecuencia del aumento fuera de control de los impagos de hipotecas, o se trata solo de una campaña orquestada por Wall Street para demostrar que todos somos iguales y sobre todo repartirse la sana tarta hipotecaria de Fannie y Freddie

Quizás la respuesta sea una combinación de ambos. La clase media americana ha naufragado en un mar de deudas empujada al consumo salvaje por un modelo económico basado en la demanda creciente de bienes como motor de todo el proceso y Wall Street está empeñada en cargarse, bajo la máscara de los cambios necesarios para hacer frente a la crisis, los últimos vestigios de control heredados de la era Roosevelt y ,en este caso, eliminar las últimas empresas estatales creadas al abrigo de una visión de la sociedad que consideran cercana al socialismo.

Sea cual sea la causa, si Fannie y Freddie entran en bancarrota, incluso si el gobierno las salva técnicamente mediante una inyección de dinero, las consecuencias serán de escala planetaria dado el número y calibre de las instituciones que se verían afectadas.

En cualquier caso la historia de Freddie y Fannie representa, como ningún otro suceso, el final del Sueño-Modelo Americano tal como lo conocemos. La sociedad que emerja de este sueño puede ser una sociedad más solidaria, que ponga en cuestión el actual modelo oligárquico sin escrúpulos, basado en un individualismo salvaje y en el incremento del consumo como motor económico. Hay movimientos esperanzadores en la sociedad americana, que hacen pensar lo mejor, pero también una resistencia feroz del mundo Wall Street.

Las llamadas de nuestros liberales neo-conservadores a más mercado y menos estado, es decir menos sociedad organizada, para resolver la crisis económica suenan a sarcasmo si no fuera porque ocultan el deseo de aprovechar en su propio beneficio las consecuencias de una crisis que ellos mismos, con su ambición y falta de escrúpulos han creado.

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