31 diciembre 2012

2013 Melancolía.


A la ultima entrada del año la acompaña, por gentileza de mis hijos y nuera, la música de Johnny Cash. Poesía y rimas, carcelarias a veces, pero siempre sentidas, siempre autenticas. Un autentico “POP”. Donde no llegaron los sofisticados chicos de la Costa Este o California, allí viajó Cash para darnos noticia de una América profunda de presidios y pequeñas ciudades perdidas, con historias llenas de amor y mística para sobrevivir a una realidad sin esperanza.

La misma realidad a la que nos llevan en 2013, que va a contemplar la mayor trasferencia de deudas privadas a lo público que ha visto nuestra historia. Un expolio sin precedentes que sigue a la mayor acumulación de capital público que ha conocido España.

Esta transferencia, va incrementar la deuda pública de España a valores cercanos al 90 % de nuestro PIB. Algo inédito. Este año la deuda finalizará próxima al 80%, con un incremento anual de casi el 9%.

Source: tradingeconomics.com

El mundo post 2013, verá un país, que competirá con África y Europa Oriental en mano de obra basura, con los desahuciados de la sociedad activa, sufragados por la caridad sin cargo alguno para nuestros “empresarios”, eso es lo que llaman nuestro espectacular aumento de productividad. Verá una venta a precio de saldo de activos como la sanidad, el sistema de pensiones, pero también los ferrocarriles y el sector energético, eso es lo que llaman retorno de la inversión extranjera. Verá una reducción del estado al aparato represivo y legal necesarios para hacer cumplir las instrucciones de nuestros acreedores, esto lo denominan reducción del déficit. El juego y la prostitución se convertirán en industrias nacionales y España en el burdel de Europa. A los que consideren esto una exageración, señalarles las exenciones de todo tipo concedidas en Madrid a los Casinos, como proyectos de interés estratégico, y una “iniciativa” turística de Canarias que consiste en recibir a los turistas en puertos y aeropuertos con bailarinas medio desnudas. En la capital del Reino para no quedarse atrás, la Policía Local, de la muy católica Ana Botella, se pasea indulgente entre prostitutas adolescentes en la calla de La Montera, cada vez más llena de la escoria de Europa.

Con las “rentas”, en los próximos 15 o 20 años, pagaremos las deudas de nuestros financieros sin escrúpulos, que seguirán ahí manteniendo en pie un sistema corrupto, coronado por un “borderline” y sus descendientes.

El FMI recientemente ha actualizado “sus parámetros” y ahora considera que el factor que liga la reducción del déficit con la del PIB no es del 0.5 sino del 1,5. ¿Una trivialidad técnica?. No, varias generaciones de empobrecimiento.

El parámetro del FMI significa que por cada 1% del PIB que “ahorremos” en los presupuestos del Estado, el PIB se reducirá en un 1,5%. Asumiendo que la media de impuestos que recauda el Estado sobre el PIB es un 40%, un ahorro del 1% del PIB en los presupuestos se traduce en una reducción en la recaudación del 1,5*0,4 = 0,6 % del PIB, es decir que el ahorro real es solo del 0,4 %. Dicho de otro modo, con las políticas de austeridad, para reducir un 0,27 % nuestro déficit necesitamos una reducción del 1% del PIB. Con una simple multiplicación llegamos a la aterradora conclusión de que con el ritmo actual el PIB se tiene que reducir en 15 puntos para apenas cumplir los criterios de Maastrich del 3%. Es decir a 2005. Esto contando con que en los años del boom nuestra economía creció a ritmos del 3%, lo que es difícil de repetir. En realidad volver a nuestra situación actual, si es que ocurre, nos llevará entre 15 a 20 años. Eso si, en Europa.

Así las cosas, el año pasado, con los vapores del 15M, hubiera elegido como música de fondo : I Won´t Back Down, pero este año, una vez firmado el acuerdo con nuestros acreedores, prima la melancolía, una forma de estoicismo. Así que me quedo con una balada popular: That Lucky Old Sun.
Show me that river
Take me across
Wash all my troubles away
Like that lucky old sun
Give nothing to do
But roll around Heaven all day.

Feliz 2013. Lo que se pueda.

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