22 agosto 2009

Alemania y V

15/08/2009
Gäste Haus Ferien Glücke ( Casa de Vacaciones de la Suerte). Propietario Familie Straub.
Casa típica de la Selva Negra con enorme tejado y balcones exuberantes de geranios y gitanillos. La habitación abuhardillada, modesta y sólida con todo lo necesario, el baño impecable, los muebles irrompibles. Tenemos balcón con toldo y tumbonas y también innumerables instrucciones para la luz, los cojines de la tumbona, las llaves, el aparcamiento, etc., etc., etc., de la coronela al mando Maria Straub. Una patrona experimentada y enérgica pero amable, que nos asusta con Freiburg y sus hoteles y nos convence para quedarnos 3 días. Se alegra de que nuestros nombres sean normales y no raros como los israelíes.
Nos ponemos zapatos de caminar y nos vamos de ruta de senderismo, hay miles, así que preguntamos por una ligerita de 3 Km por los bosques. Caminantes y ciclistas a montones, es una autentica pasión lo que tiene esta gente por la bici y la caminata. Bastante calor, así que hacemos el viaje de vuelta en tren. Con la prisa nos subimos al tren sin billete, es sólo una estación. Cuando llega el revisor nos explica que hay que sacar billete siempre en las máquinas automáticas, en otro caso 40 € de multa. Regañina cariñosa y lo más increíble, viajamos sin pagar. Deutche Ferien¡. Animados por el éxito bajamos al pueblo de Titisee. Una marea de turistas en un paseo lleno de veraneantes y de tiendas de regalos, con toda clase de “detalles”, pero entre todos destaca la pesadilla de los relojes de cuco. El agobio nos acerca al lago de cuento al final del paseo y para completar la faena nos subimos a una barca de pedales y navegamos por el lago. Hay que colaborar en la estampa veraniega. Cena de salmón y ensalada en una terraza cerca del lago. Paseo de veraneante y a la casa de la suerte que mañana nos espera excursión.
16/08/2009
Desayuno a las 9:15 en el comedor de la pensión.Tenemos nuestro sitio asignado por la jefa, en una habitación llena de cojines, pañitos, figuritas, plantas y flores. El mueble estilo alemán indestructible. Frau Maria, nos trae zumo, café, queso ,embutidos y un huevo duro (me lo como). Los embutidos y el queso los cambio por ensalada de frutas y pan con mermelada. De beber, no hay café descafeinado, me ofrece cacao caliente. Recuerdos infantiles del desayuno de mi padre.
Salimos de excursión a Belchen, un picacho a 1400 metros de altura, el segundo más alto de la Selva Negra. Carretera, funicular (Gondel Bahn le llaman) y 600 metros de cuesta empinada, con bastante calor, por un monte pelado, solo se ven arbustos y yerba rala, hasta la cumbre. Me encuentro cansado pero bien y el viaje vale pena. La vista es espectacular. El Rhin subiendo hacia el norte, hecho un Sr. Rio haciendo frontera con tres países. Francia (Colmar), Suiza (Basilea) y Friburgo en Alemania. Bajamos al Sluchtsee, el lago más grande de la Selva Negra, atestado de turistas y bañistas. En el lago veleros, motoras, barcas y canoas de todo tipo. Un sol de justicia nos condena a una comida sin historia a la orilla de una carretera. Después de comer a Sankt Blasien. Lugar de tradición monástica destrozado por una basílica construida en 1879 por un obispo al que se le incendió el monasterio románico y se fue de viaje de estudios a Paris y Roma. De allí se trajo la idea de la Madeleine, la cúpula de los Invalides y el Panteon. Después se buscó un arquitecto que le hiciera un híbrido de los tres modelos y se encontró con un francés, un tal Ixnard que andaba haciendo bolos por Suiza, y que se prestó a diseñar el bodrio. Una iglesia de planta redonda con una cúpula enorme de pega, la parte interior es mucho más baja, así que lo que se ve es un armazón de hierro cubierto de cobre con ventanas simuladas coronado por una esfera dorada y la cruz. El interior de enormes columnas cilíndricas está estucado en blanco, el suelo un damero blanco y negro, sobre el que de funden las bancadas también blancas. Mucha luz a través de vidrieras incoloras le dan a la sala un aspecto de enorme hospital. El órgano dicen que es muy bueno. La basílica está regida por los jesuitas y tiene anejo un colegio para ricos. El prospecto explica que es católico pero que aceptan alumnos de otras confesiones, siempre que tengan cuenta en la Suiza cercana. Y a Suiza nos vamos, bueno a Bad Säckinguen , en el lado alemán del Rhin con el puente de madera cubierto más largo de Europa (200m). A un lado Alemania y al otro Suiza en el medio el Rhin y geranios rojos por doquier. Pisamos Suiza, solo un poco por si cobran. El puente totalmente de madera construido en el siglo XV, reconstruido varias veces debido a las riadas y reparado en los siglos XVII, XVIII y XIX, impresiona por la capacidad de hacer obras tan complejas con medios modestos. Cena en la plaza de la ciudad y regreso a Titisee bordeando el Rhin, por una zona muy densamente poblada llena de industrias, antes de girar hacia el norte a Titisee a través de la Selva Negra.
17/08/2009
Calor, mucho calor. 38 grados. Viaje en tren a Friburgo. Un asunto interesante es que la tarjeta de registro de la pensión (Gäste Karte) nos da derecho a viajar sin pagar en todo el transporte público de la zona.
La ciudad llena de turistas, demasiados. Solo la zona cercana a la catedral (Munster) es interesante. Casas muy bonitas y callejas recorridas por pequeños canales de agua fresca y limpia. Dicen que baja directa de las montañas de la Selva Negra. En general el agua aquí es muy buena. Hay muchas pequeñas fábricas de cerveza en los pueblos.
La calle Fischerei, casas con entramado de madera y miles de flores en los balcones asomándose a un canal con agua limpísima y cascada cantarina. Comida en el restaurante (Gasthaus) más antiguo de Alemania el Rote Bären. Fundado en 1120 debe su nombre al color rojo de la fachada donde cuelga la enseña de la casa: Un enorme oso dorado. Pechuga de gallina con salsa muy rica y patatas nuevas, de beber con el calor gran apfelshcörle. Probé (pecado) el Wiener Schnitzel (de porco) de Cruz.
La catedral, una pequeña decepción. La torre está en obras y no se ve nada y dentro también está en restauración, el retablo de Hans Baldung, que tenía interés en ver esta a 50 m y no hay visitas programadas, tampoco al ábside. Los turistas que atiborran la iglesia le disparan hasta a los andamios. Pero el pórtico, una maravilla, y algunas vidrieras originales, que se pueden ver a pesar de los andamios, costeadas por los antiguos gremios de la ciudad, y un púlpito increíblemente labrado en la piedra arenisca roja de aquí valen la pena. En la plaza dos edificios góticos muy bonitos.
Paseo hacia la antigua Universidad, calles estrechas y jardines, también muchos Gasthaus y Gasthofes con parras y barriles a modo de terraza. Seguro que por aquí mascullo, entre Schwein kottelet y jarras de cerveza, su Ser y Tiempo Heidegger vestido con pantalones y chaqueta de cuero. No me extraña que casi nadie lo entienda. Otro que anduvo por aquí fue Erasmo de Rotterdam, que disfrutó durante dos años de una casa preciosa. La verdad es que este hombre se lo montó siempre muy bien, a costa de los ricos. Al dejar la casa de Erasmo la plaza de las patatas presidida por la estatua de una campesina con dos cubos… Cosas del alma alemana.
Regreso a Titisee en tren y cena de tiros largos en un restaurante a orillas del lago. Pechuga de pavo al Riesling acompañada de vino blanco de la zona de Friburgo. Rico. Postre un helado de yogurt y kiwi con sirope de menta (compartido). Paseo a orillas del lago y retorno a la pensión. Mañana dejamos a Frau Straub.

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