01 octubre 2008

Tendrán que explicarnos

La enorme grúa pórtico con el rótulo ASTANO que desde hace 20 años preside ociosa la ría del Ferrol, no deja de recordarme, el enorme precio que pagamos por entrar en Europa. Ni un solo barco se pudo construir en ASTANO desde entonces, y la reconversión naval destrozó para siempre el tejido humano e industrial de Ferrolterra y de muchos Ferrolterra a lo largo y ancho de España. Un tejido que hoy echamos de menos al acabarse el monocultivo del ladrillo.
Prohibidas las ayudas estatales contrarias al libre desarrollo del Mercado. El ojo vigilante de Europa controlaba el más mínimo desliz y nos hacia pagar caro los pecados. Y resulta que los millones europeos, que entonces, en nombre de las leyes del Mercado, no fueron posibles para salvar vidas y trabajos, hoy se otorgan con generosidad para salvar a bancos y banqueros de su propia codicia. Seguro que las ayudas cumplen escrupulosamente la legislación europea, pero repugnan al sentido común. En algún momento tendrán que explicarnos.

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