28 diciembre 2005

A Mormon for President

El gobernador republicano de Massachusetts Mitt Romney es miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día o LDS, más conocidos como Mormones.
Recientemente varios artículos de destacados personajes neo-conservadores se preguntaban si un mormón podría ser presidente de EE.UU., para concluir que sí. Los comentaristas, ensalzaban además la figura y trayectoria política de Mitt Romney y su coherencia en asuntos como el aborto, el derecho a usar armas, etc. Hay que resaltar que Mitt Romney, ha llegado al cargo de gobernador de un estado, feudo de la familia Kennedy, supuestamente progresista y demócrata, y no de un estado ultra-conservador del cinturón de la Biblia del sur profundo.

Mitt Romney, está muy relacionado con la elite económica y la gran empresa USA, su padre, también mormón, dirigió American Motors. Romney hijo, antes de presentarse a gobernador, hizo fortuna y demostró su habilidad y raza empresarial “salvando” empresas con problemas. No es necesario detallar los métodos utilizados.
Con semejante trayectoria, solo su pertenencia a la iglesia mormón podría ser un obstáculo para optar a la presidencia de EE.UU. por el partido republicano.

Los recientes análisis de algunos círculos conservadores de EE.UU. hacen pensar que están iniciando el proceso de intentar convertir a Romney en el sucesor de Bush eliminando el “inconveniente” de su fe mormón.
Esto que podría parecer contradictorio con las posturas religiosas de estos círculos, en realidad no lo es tanto si se analizan las características de la Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día o LDS,

La Iglesia LDS se basa en la revelación a un estadounidense Joseph Smith, por Dios mismo, que después de los apóstoles el resto de seguidores se habían apartado de la enseñanzas de Jesucristo hasta que Dios reveló a Joseph Smit que la autentica Iglesia se debería reconstruir de nuevo en America, más concretamente en USA. Las revelaciones de Dios continuarían produciéndose a través de los sucesores de Joseph Smit en la dirección de la iglesia mormón y se recogen en el Libro del Mormón, La Perla del Gran Premio y otros.
Se trata de un movimiento regeneracionista, muy en línea con la visión de los padres fundadores de la Republica Americana, una nueva Iglesia genuinamente americana, libre de las lacras de la Europa corrupta. Se remonta a los orígenes aceptando la Biblia como referencia. No olvidemos que Leo Strauss, el pope ideológico de los neocons, insistía en las referencias a la Grecia Clásica como patrón para el análisis de la realidad.
Por último, la revelación continuada de Dios, le permite una gran flexibilidad, es decir el pragmatismo tan caro a la tradición americana, sin perder un ápice de fundamentalismo, ya que en cualquier caso se trataría de revelaciones divinas.

Todos los imperios han tenido su religión local entroncada estrechamente con el poder político, refuerzo y sostén de este poder. Egipto, Roma, España, Inglaterra son buenos ejemplos de ello. EE.UU. podría estar en camino de tener como presidente a un miembro de una Iglesia genuinamente Americana. ¿Quien sabe lo que vendrá después?. La historia no hace concebir muchas esperanzas al respecto. Así pues atención a Mitt Romney y los mormones.
No espero una conversión de Aznar a la fe mormón, pero una invitación a conferenciar en “inglish” en Salt Lake City daría que pensar… Atención a Aznar.

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