18 noviembre 2005

Ruido de Báculos

No se acaba nunca el ruido en este País.
Sin remontarnos a los Godos.. al ruido de las pistolas y las bombas de entrenamiento de "nuestros" aliados alemanes e italianos, le siguió el ruido de los que lloraban por sus muertos, y el ruido terrible del silencio de 40 años de Dictadura, y cuando creimos que la diosa Fortuna nos había hecho libres, resonó de nuevo el ruido de los sables. Ahora oimos de nuevo el ruido del odio terrible inmisericorde de las voces de siempre, reencarnadas en predicadores radiofonicos, acompañadas del ruido de los báculos, marcando como tantas veces, el ritmo de la macabra procesión. El amor de su Dios debe de ser tan grande que esperan que les perdone despues de cometer tantas tropelías contra su Decálogo y en su nombre. ¡Que Dios tan terrible!.
Ya no hay sables, nos falta apagar el ruido de los báculos para que tengamos silencio, es decir Paz.
Es posible.

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