La ciudad es la misma, solo han cambiado los comercios, ahora H&M y Zara, solo queda un Kaufhof pequeñito. Hace 20 años ocupaba una manzana. Quelle un gigante de la venta por correspondencia, antes un emblema de Nueremberg está en quiebra, Grundig, otro signo de Nuremberg, es cadáver hace años. Un hotel pequeño pero agradable cerca del centro. Se agradece ya que uno ya no está para trotes, además llueve, así que está muy bien saber que los cuarteles de invierno están cerca. Visita a La Lorenz Kirche, no dejaron piedra sobre piedra los bombardeos aliados. Un Cristo enorme situado en el centro del crucero impresiona más viéndolo manco y decapitado en una foto después del bombardeo. Una enorme alegoría de la anunciación de la Virgen tallada en madera y policromada cuelga del techo encima del Cristo. Un trabajo muy bonito de los ebanistas de aquí, con un tono infantil: la Virgen pone cara de asombro y se lleva las manos al pecho. No me extrañaría nada que el tallista no supiera muy bien como reflejar aquel lio. Supongo que la salvaron descolgándola durante la guerra. A los pies de la Virgen y el arcángel San Gabriel una serpiente con orejas y colmillos... ¡O demo!.
En el lateral de la iglesia 17 losas de granito, todas diferentes labradas por judíos en campos de concentración, que formaron parte de la avenida central del estadio donde se celebraban los desfiles nazis. Así que Hitler quizás pisó alguna. ¡Qué escalofrío¡ Un texto muy bonito y emotivo uniendo pasado y presente a través del espíritu de aquellas losas.
Hauptmarkt , donde el mercado de Navidad dedicado al niño Jesús: ChristKindleMarket. Ahora venden frutas y verduras, bajo el reloj de la Frauenkirche con el emperador sentado en un trono esperando que cada día a las 12 siete príncipes electores hagan la ronda delante de él. Llegamos a la una… mala suerte. Si pudimos ver la fuente con el anillo de bronce encastrado. Una historia de amor contrariado salvado por la habilidad de un herrero. Sería difícil encontrar algo así en España. Nos dedicábamos a otras cosas.
Comida en el Gastahaus Heileigen Geist Spital (o sea posada del Hospital del Espíritu Santo), un sitio precioso a caballo del Regnitz y el Pegnitz, dos ríos que confluyen en Nuremberg. La mesa creo que encima del arco del Regnitz, ¿o quizás el Pegnitz?, dá igual. 9 salchichas de Nuremberg 9 con Kartoffel Salat (que sea lo que Dios quiera). Los desayunos alemanes son una lista de prohibiciones para los colesterol-adictos. No sé cómo sobrevive esta gente. Estoy seguro de que si hay un gen anticolesterol es alemán.
Paseo por Nuremeberg hasta el castillo, antes lugar donde se reunía la Dieta Imperial, ahora alberge juvenil (aquí me vienen recuerdos agridulces del pasado). Cerca la casa de Durero. Cerca el lugar donde se imprimió “De Revolutionibus Orbium Coelestium” de Copernico. ¡Nada menos¡ La casa de Durero grande pero modesta, con ventanas con discos de vidrio. Entonces todo un lujo para que la luz atravesara los muros sin la compañía del frío. Hoy seguimos peregrinando a ver el lugar donde Durero amó (quizás), sufrió (seguro) y creó (con toda certeza) algunas de las obras de arte más extraordinarias. Si el sentido de la Vida, es ser recordado por los que nos siguen, 500 años después Durero no puede quejarse.
Camino del FleischBrücke, o sea puente de la carnicería, una inscripción el latín: “Omnia habent ortus svaqve incrementa sed ecce qvem cernis nvnquambvs fvit hic vitulvus"
¿Alguien se anima?
Mañana Ausburg. Ciudad de los Fugger...
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