10 junio 2006

Otra vez Israel.

No siento yo una especial admiración por los líderes palestinos, que entre la corrupción y una política primitiva, de luchar a base de poner generaciones de muertos encima de la mesa, están conduciendo a su pueblo al exterminio. Indignante, el cinismo con el que se comportan la gran mayoría de líderes árabes: Los dirigentes de Marruecos, Egipto, Jordania, Arabia Saudi, son, entre llamadas a un Alá en el que no creen, fieles aliados de EE.UU. y su política exterior dirigida por el Lobby Judío. En el caso de Marruecos, incluso aliados privilegiados, compartiendo información confidencial y actuando como la oreja del Gran Hermano en el Magreb. Jordania sigue con su realeza de Hola, mientras el país permanece en la miseria y Arabia Saudi con una monarquía corrupta, y estrechos lazos económicos con la industria energética de EE.UU. y familia y allegados del Clan Bush, ha participado de manera vergonzante en la invasión y crímenes de Irak.
Pero este panorama de primitivismo, corrupción y cinismo, palidece ante la ejecución calculada de asesinatos, selectivos y masivos, realizada bajo las ordenes de oficiales regulares del ejercito israelí, planificada por funcionarios de un gobierno legítimo, y apoyada por la mayoría de un parlamento elegido democráticamente. (Algún día, será necesario discutir si la democracia otorga, de forma automática, algún tipo de superioridad moral a las decisiones tomadas conforme a sus reglas.)
Ahora, después del bombardeo por la Armada Israeli de una playa atestada de civiles palestinos, escucharemos las disculpas, se iniciarán comisiones de investigación, se hablará de errores auspiciados por los terroristas, emboscados entre la población civil, etc. Por cierto, muchos inocentes en toda Europa, asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, lo fueron por la supuesta ocultación de terroristas-guerrilleros.
Pero todo esto, no es fruto del azar, responde a un plan, que está en los mismos fundamentos de la creación del estado de Israel, o al menos en las ideas de del fundador de Israel y primer presidente de Israel: Ben Gurion , el cual en su libro “Facing a Cruel Mirror” dice:
“Debemos de organizar una fuerza de defensa moderna…. y entonces estoy seguro que nadie impedirá que ocupemos otras partes del territorio, bien por mutuo acuerdo con nuestros vecinos árabes o por otros medios… tendremos que expulsar a los árabes y ocupar su territorio con toda la fuerza de que dispongamos”
En el libro “The First Israelis” la política expansionista del actual Israel queda clara, cuando Ben Gurion afirma:
“Antes de fundar Israel, y en el inicio de su creación, nuestro principal interés era la autodefensa… Pero ahora, el asunto importante es conquista, no autodefensa. En cuanto a cuales deben ser las fronteras finales, es un asunto abierto. En la Biblia, y en la historia, hay toda clase de definiciones de fronteras de un país, así que realmente no hay limites”.
Hoy, estoy convencido que millones de israelíes no comparten las atrocidades cometidas por sus dirigentes, pero son rehenes de la “traición al Holocausto” como lo somos muchos de nosotros, de la acusación de ser antisemitas, al intentar el menor esbozo de crítica a la política de Israel y su Lobby en EE.UU.
Es una paradoja, que con tantos judíos en la vanguardia de la lucha por los derechos humanos y la paz, y siendo judíos tantos mártires en las batallas por la libertad, hoy se cometan, en su nombre, asesinatos, se construyan muros de segregación y se impida con acusaciones de antisemitismo toda critica y condena de las acciones de un gobierno criminal.
Hay que romper el círculo fatídico, denunciar sin complejos, los crímenes de los dirigentes de Israel, y despertar al pueblo israelí de una complacencia ante los crímenes de sus dirigentes, que cada vez lo acerca más a la de aquellos, que no hace mucho fueron sus verdugos.

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